En la sociedad actual, existen diversas formas de relacionarse afectiva y emocionalmente. La monogamia, entendida como la práctica de mantener una única relación sentimental y/o sexual con una persona a lo largo del tiempo, es el modelo relacional más común y socialmente aceptado. Sin embargo, algunas personas pueden sentir que este enfoque no les satisface plenamente y buscan alternativas en las no monogamias, como el poliamor. En este artículo, exploraremos las razones a favor y en contra de considerar la monogamia y el poliamor como modelos relacionales válidos.
¿Qué debo preguntarme para saber si soy una persona poliamorosa o monógama?
La mejor manera de saber cuales son nuestras propias necesidades y deseos con respecto a nuestro modelo relacional esta en explorarnos a nosotros mismos, hacernos una serie de cuestiones y tratar de responderlas de la manera mas auténtica y y leal a nosotros mismos, tratando de dejar fuera de la ecuación cualquier cosa que no nos haga felices a medio o largo plazo.
Vamos a tratar de poner sobre la mesa algunas preguntas que podemos hacernos, y dado que las respuestas son totalmente subjetivas y personales en cada persona, también lo será el discernir cual es el modelo relacional que mejor se adapta a nosotros. ¡Vamos allá!
Una de las primeras y mas importantes preguntas a hacerse antes de pasar a las siguientes sería si, en caso de ya encontrarse en una relación monógama, tenemos claro que queremos, amamos, tenemos una conexión profunda y autentica, y deseamos continuar la relación con nuestra actual pareja.
Si la respuesta es negativa, estaríamos hablando de que algo no funciona en esa relación, y eso sería totalmente independiente de si la persona es o no es monógama. Sin embargo si la respuesta es afirmativa, y deseamos continuar con la relación actual, podríamos hacernos las siguientes cuestiones:
¿Cuándo nos encontramos en una relación monógama a largo plazo, experimentamos alguno de estos problemas y conflictos emocionales?
- Insatisfacción emocional y sexual: Una persona poliamorosa en una relación monógama puede sentirse emocional y sexualmente insatisfecha, ya que puede anhelar establecer conexiones profundas y significativas con más de una persona. Esta insatisfacción puede generar frustración y resentimiento en la relación.
- Sentimiento de represión: La persona poliamorosa puede sentir que está reprimiendo su verdadera naturaleza y deseos al seguir las normas sociales y culturales que favorecen la monogamia. Esta represión puede generar una sensación de inautenticidad y afectar su bienestar emocional y mental.
- Conflictos internos: La persona puede enfrentarse a conflictos internos entre sus deseos y sus responsabilidades y compromisos en la relación monógama. Estos conflictos pueden generar sentimientos de culpa, ansiedad y estrés.
- Celos y envidia: La persona poliamorosa puede experimentar celos o envidia al ver a otros que disfrutan de relaciones poliamorosas exitosas y satisfactorias. Esta envidia puede intensificar los sentimientos de insatisfacción y represión mencionados anteriormente.
- Dificultades en la comunicación: Hablar abierta y honestamente acerca de sus deseos y necesidades poliamorosas puede ser un desafío en una relación monógama, especialmente si la pareja no comprende, comparte o no acepta el concepto de poliamor. Esto puede generar tensiones en la relación y dificultar la resolución de problemas.
- Riesgo de infidelidad: Cuando las necesidades y deseos emocionales y sexuales no se satisfacen en una relación monógama, la persona poliamorosa puede verse tentada a buscar otras relaciones fuera de la pareja, lo que podría resultar en infidelidad y traición.
Es bastante común que si te has sentido identificado con los problemas anteriormente citados, la monogamia no sea el modelo con el que te sientes mas satisfecho. Para abordar estos desafíos, es crucial que la persona poliamorosa y su pareja monógama tengan una comunicación abierta y sincera sobre sus necesidades y expectativas en la relación.
En algunos casos, es posible que la pareja pueda negociar un acuerdo que permita cierto grado de apertura en la relación, mientras que en otros casos, la pareja puede decidir que es mejor seguir caminos separados para encontrar la satisfacción y la felicidad que buscan.
¿Algunas personas sienten que son no monógamas pero eligen vivir en monogamia?
La monogamia y las no monogamias, como el poliamor, son modelos relacionales válidos para diferentes personas debido a factores individuales, sociales y culturales que influyen en las preferencias y necesidades de cada uno en las relaciones. A continuación, se presentan algunas razones por las cuales la monogamia puede funcionar para algunas personas mientras que otras pueden encontrar la satisfacción en relaciones no monógamas como el poliamor:
- Diferencias individuales: Cada persona tiene necesidades, deseos y expectativas únicas en las relaciones. Algunas personas pueden encontrar seguridad, estabilidad y satisfacción en la monogamia, mientras que otras pueden sentir que necesitan más diversidad emocional y sexual y, por lo tanto, se sienten más atraídas hacia el poliamor.
- Valores y creencias: Los valores y creencias personales pueden influir en la preferencia por un modelo relacional u otro. Algunas personas pueden valorar la exclusividad, el compromiso y la intimidad que a menudo se asocian con la monogamia, mientras que otras pueden valorar la libertad, la autonomía y la posibilidad de establecer múltiples conexiones profundas que ofrece el poliamor.
- Experiencias pasadas: Las experiencias previas en relaciones también pueden afectar la preferencia por un modelo relacional. Algunas personas pueden haber tenido experiencias exitosas y gratificantes en relaciones monógamas y, por lo tanto, preferir continuar con este enfoque. Por otro lado, otros pueden haber experimentado insatisfacción o dificultades en relaciones monógamas y buscar alternativas como el poliamor. Esto también funciona a la inversa. Una serie de fracasos o malas relaciones en no monogamias podrían hacer que una persona se decante por la monogamia.
- Influencia social y cultural: La sociedad y la cultura en la que una persona crece y vive pueden tener un impacto significativo en sus preferencias relacionales. La monogamia es el modelo relacional dominante en muchas culturas y, como resultado, algunas personas pueden internalizar estos valores y normas y sentirse más cómodas en relaciones monógamas. Sin embargo, otras personas pueden cuestionar estas normas y buscar relaciones más acordes con sus deseos y necesidades, como el poliamor.
- Habilidades de comunicación y manejo de conflictos: La monogamia y el poliamor requieren diferentes habilidades de comunicación y manejo de conflictos. Algunas personas pueden sentirse más cómodas y capaces de manejar las dinámicas y desafíos que surgen en una relación monógama, mientras que otras pueden tener las habilidades y la disposición para enfrentar los desafíos específicos que pueden surgir en relaciones poliamorosas.
Nota: En nuestro artículo mitos de la monogamia hablamos sobre cómo algunos factores normalmente atribuidos a la monogamia, como la seguridad, el compromiso y la estabilidad no son atributos exclusivos de la monogamia, pero en este caso podemos ponerlos aquí pues al desconocer en profundidad un modelo relacional alternativo, una persona puede tenerlos en cuenta en su decisión de adoptar la monogamia como su modelo relacional.
En última instancia, lo que funciona para una persona en términos de relaciones puede no funcionar para otra. Es importante que cada individuo reflexione sobre sus propias necesidades, deseos y valores en las relaciones y elija un modelo relacional que les brinde satisfacción y felicidad.