Mitos de la monogamia

La monogamia, entendida como la práctica de mantener una relación sentimental y sexual exclusiva con una sola persona, es un modelo ampliamente aceptado y valorado en la mayoría de las culturas alrededor del mundo. A pesar de su prevalencia, existen diversos mitos y malentendidos en torno a la monogamia que vale la pena analizar y cuestionar. En este artículo, nos adentraremos en algunos de los mitos más comunes y proporcionaremos una perspectiva más equilibrada sobre la monogamia y las relaciones humanas.

Mito 1: La monogamia es natural y biológicamente predeterminada

La creencia de que la monogamia es natural y biológicamente predeterminada es un mito común. Si bien es cierto que algunas especies animales son monógamas, la realidad es que la monogamia no es la norma en el reino animal. Incluso en los seres humanos, la monogamia no es universalmente practicada, y muchas culturas han adoptado diferentes modelos de relaciones a lo largo de la historia. La monogamia es, en gran medida, un constructo social que ha sido moldeado por factores culturales, religiosos y económicos.

Mito 2: La monogamia es sinónimo de estabilidad y seguridad emocional

Otro mito común es que la monogamia garantiza estabilidad y seguridad emocional en una relación. Si bien es cierto que la exclusividad puede proporcionar un sentido de seguridad y confianza en una pareja, la monogamia por sí sola no garantiza una relación sana y feliz. La estabilidad emocional en una relación depende de factores como la comunicación, el respeto mutuo, la confianza y el compromiso de ambos individuos. Además, las relaciones no monógamas también pueden ofrecer estabilidad y seguridad emocional cuando se manejan de manera abierta y consensuada.

Mito 3: La infidelidad es un fracaso de la monogamia

La infidelidad se suele considerar un fracaso de la monogamia y una señal de que algo anda mal en la relación. Sin embargo, este mito simplifica y tergiversa la realidad de la infidelidad y sus causas. Las personas pueden ser infieles por diversas razones, como insatisfacción emocional, sexual, búsqueda de novedad o problemas de comunicación, entre otros. La infidelidad no siempre es un indicativo de un problema inherente en la monogamia como modelo de relación, sino que puede ser el resultado de circunstancias individuales y específicas.

Mito 4: La monogamia es la única forma de relación válida y moralmente correcta

Este mito sostiene que la monogamia es el único modelo de relación válida y moralmente correcta, deslegitimando y estigmatizando otras formas de relacionarse, como el poliamor, las relaciones abiertas o el swinging. La realidad es que no existe un único modelo de relación que funcione para todos, y lo que es válido y correcto para una persona puede no serlo para otra. La moralidad y la validez de una relación no deberían medirse en función de si es monógama o no, sino en cómo se manejan aspectos como la comunicación, el consentimiento, el respeto y el cuidado mutuo.

Mito 5: La monogamia es sinónimo de fidelidad emocional

La fidelidad emocional es un aspecto importante en cualquier relación, pero el hecho de que una pareja sea monógama no garantiza automáticamente que ambos individuos sean emocionalmente fieles. La fidelidad emocional va más allá de la exclusividad sexual y se refiere a la atención, el apoyo y el compromiso que se brindan en una relación. Tener una relación monógama no excluye la posibilidad de que uno o ambos miembros de la pareja puedan desarrollar vínculos emocionales profundos con otras personas que, en ciertos casos, podrían llegar a debilitar la relación principal.

¿Por qué las «relaciones tradicionales» tienen mala reputación últimamente?

El psicólogo y terapeuta sexual Joe Kort explica que en nuestra sociedad, todo lo relacionado con la no monogamia se considera problemático o incorrecto, como si la monogamia fuera la única opción.

Lo curioso es que, según Kort, muchas parejas monógamas ni siquiera pueden definir qué significa la monogamia para ellas. No hablan sobre lo que implica en su relación.

Por ejemplo, hay quienes piensan que ser monógamo es no tener sexo con otras personas, pero no les molesta enviar mensajes coquetos por Instagram (¿Hola? ¿Adam Levine?).

En otros casos, alguien no ve como infidelidad que su pareja se masturbe, pero si lo hace viendo pornografía, lo considera un engaño.

Kort incluso ha sido sorprendido por sus clientes, como una pareja gay que afirmaba ser monógama pero solía tener tríos. Cuando les preguntó si aún se consideraban monógamos, respondieron que sí, porque solo tenían tríos juntos, no por separado.

Podríamos decir pues que la monogamia, además de ser una opción en el abanico de relaciones sexuales, presenta diversas interpretaciones que varían de pareja en pareja.

Por eso, Joe Kort sugiere que cada pareja definan qué es la monogamia para ellos, ya que muchas peleas surgen por «romper acuerdos sobre los que ni siquiera se ha hablado».

Conclusión

La monogamia es una opción de relación válida para muchas personas, pero es importante reconocer y desmontar los mitos que la rodean. Estos mitos pueden generar expectativas poco realistas y presiones innecesarias en las relaciones, lo que puede dificultar la construcción de relaciones sanas y satisfactorias.

Comprender que la monogamia es solo una opción entre muchas, y que cada individuo y pareja debe elegir el modelo de relación que mejor se adapte a sus necesidades y valores, es crucial para promover relaciones más diversas, tolerantes y enriquecedoras.

Reconocer y cuestionar estos mitos nos permite adoptar una perspectiva más abierta y flexible en cuanto a las relaciones humanas, dejando atrás los prejuicios y permitiendo que cada persona explore y defina su propio camino en el ámbito del amor y la intimidad. En última instancia, lo más importante es cultivar relaciones basadas en la honestidad, el respeto, la comunicación y el cuidado mutuo, independientemente del modelo de relación que se elija.